Me acabo de ver la película “Up in the air” (con George Clooney, Vera Farmiga y Anna Kendrick, del director de Juno, Thank You for Smoking y algunos capítulos de The Office).
Una película sobre un tipo que pasa 322 días al año viajando. Vive en hoteles de lujo, con membresías vip, trato especial, y demás beneficios. Y el tipo encima es George Clooney. Con eso me bastaba para verla. Y ni siquiera que traduzcan el título como “Amor sin escalas” pudo detenerme.
Pero de fondo “Up in the air” habla de las relaciones humanas, lasprioridades, los estilos de vida, el amor, los sueños… de todo un poco. Por ahí yo le hubiera dado otro cierre, o agregado 5 minutos, pero en líneas generales me hizo reflexionar y me gustó mucho.Clooney viaja por el mundo por cuestiones de trabajo (trabaja despidiendo gente) y por eso no es de aquí ni de allá. No es de ningún lado. Lleva poco equipaje, pocas cargas y compromisos… “Viaja ligero“, digamos.
La trama lo va llevando a reveer ese asunto y analizar si realmente es el estilo de vida que eligió y que quiere mantener. Reveer si no estará viajando demasiado ligero, y si no estará perdiendo el sentido de la vida con ese pensamiento.
Las relaciones de hoy
“La vida es mejor en compañía“, decía la película por algún lado. Y yo pensaba en la importancia que le damos a las relaciones hoy. A lo humano. Teniendo en la tecnología tantas facilidades para comunicarnos y mejorarlas, si realmente estamos haciéndolo. Si no estaremos tan acostumbrados a estar comunicados que no valoramos la comunicación, o los vínculos.
En éstos días estuve sin celular y sin internet por algunas cuestiones, y tener que hacer un esfuerzo mayor que el común para comunicarme con amigos y seres queridos me hizo repensar también en eso. Me hizo valorar más el vínculo y hasta las herramientas que me lo facilitan.
Los objetivos personales
Up in the air me hizo pensar también en mis prioridades y objetivos. No pongo ejemplos para no contar nada de la película, pero me preguntaba por qué sueño lo que sueño. Por qué tengo los objetivos que tengo, y si realmente serán todo lo que soñé una vez cumplidos.
Redefinir por qué estoy yendo para el lado que voy, por qué hago algunas cosas a las que me acostumbré, y con qué y quiénes estoy recorriendo el camino. Parar la pelota a pensar a dónde quiero llegar, cuál es el mejor camino, y si estoy llevando el equipaje ideal o no.

Además, en el camino me enamoré de Natalie (Anna Kendrick), me emocioné, me reí (es más drama reflexiva que comedia), y me enternecí con algunas cosas.
Pero lo que más rescato de “Up in the air” es eso: hace reflexionar sobre las bases. El sentido de la vida, las decisiones, las relaciones humanas, las prioridades, los sueños… Y encima lo hace con metáfora viajera: repensamos el destino, el tipo de viaje, la compañía (el copiloto), y demás.
Así que por si alguno todavía no la vio, yo la recomiendo mucho. Es para verla no sólo como una película muy bien pensada y actuada (que lo es), sino también como un ejercicio de autoevaluación, de reflexión, o hasta de redefinición.